Strava demanda a Garmin: la batalla legal que pone en jaque la compatibilidad entre apps y relojes

Noticias9 de octubre de 2025

Strava demandó a Garmin

Strava demandó a Garmin por infracción de patentes y violación de acuerdos. Descubre cómo este conflicto podría afectar a corredores y ciclistas.

Corría el año 2015 cuando Strava y Garmin firmaron el llamado Master Cooperation Agreement (Acuerdo Maestro de Cooperación), que permitía integrar los famosos Live Segments de Strava en los dispositivos Garmin. Pero hoy, esa alianza parece haber explotado. En una movida inesperada, Strava demandó a Garmin ante una corte federal de Colorado por presunta infracción de patentes y por violar ese mismo acuerdo.

¿Y por qué ahora? ¿Qué reclamos hay detrás de esta contienda? Y, lo más importante para los corredores latinos: ¿qué implicaciones podría tener para tus entrenamientos? Vamos por partes.

¿Qué es lo que Strava acusa a Garmin?

Segmentos, heatmaps y “routing de popularidad”

Los dos elementos centrales de la demanda son:

  1. Segmentos: esos tramos de ruta donde midió tu tiempo, te comparas con otros, ves rankings, retos amigos. Strava afirma que Garmin desarrolló una versión muy similar infringiéndole patente.
  2. Heatmaps / mapas de actividad y rutas basadas en popularidad: mapas que muestran qué rutas (calles, senderos, caminos) usan más los corredores o usuarios, para sugerir recorridos. Strava dice que Garmin copió funcionalidad protegida por sus patentes.

Además, Strava señala que Garmin violó cláusulas del acuerdo de 2015 que impedían “adaptar, ingeniería inversa, copiar o distribuir” las funciones de segmentos sin consentimiento.

Reclamos extra: nuevas exigencias de branding en la API

No todo el foco legal proviene de patentes. Strava también critica un cambio reciente en las normas de marca de Garmin para su API, que exige que cualquier actividad proveniente de un dispositivo Garmin muestre explícitamente su logo o marca en múltiples pantallas y gráficos. Strava considera esto “publicidad forzada” y algo que deteriora la experiencia del usuario.

De hecho, Garmin dio un plazo hasta el 1 de noviembre para que Strava cumpla con esas nuevas directrices o de lo contrario podría cortar el acceso al API, impidiendo que las actividades grabadas en Garmin se sincronicen automáticamente con Strava.

Strava responde que nunca tuvo intención de interrumpir la sincronización de datos de los usuarios, pues esa funcionalidad es central para su uso.

¿Qué está pidiendo Strava?

Strava ha dejado claro qué busca con esta demanda. En primer lugar, solicita que Garmin cese la venta de dispositivos que integren funciones como los segments o los mapas basados en heatmaps, alegando que estas características infringen patentes propiedad de Strava. Para la compañía, no se trata solo de detener una supuesta copia, sino de proteger la innovación que ha desarrollado durante años.

Además, Strava está pidiendo una orden judicial permanente, conocida en inglés como injunction, porque considera que una simple compensación económica no sería suficiente para reparar el daño. La empresa quiere asegurarse de que Garmin no pueda continuar utilizando tecnologías que, según ellos, pertenecen a Strava, protegiendo así la integridad de su plataforma y la experiencia de sus usuarios.

A esto se suman las indemnizaciones económicas por pérdidas reputacionales, oportunidades de negocio frustradas, daño a su diferenciación competitiva y ganancias que Strava considera injustas para Garmin. La demanda, presentada el 30 de septiembre de 2025 en el Tribunal Federal de Colorado, se encuentra en sus etapas iniciales, y hasta ahora Garmin no ha emitido un pronunciamiento público sustancial sobre el caso.

¿Cómo afectaría a los usuarios de estas aplicaciones?

Para los corredores, la demanda entre Strava y Garmin podría generar cierta incertidumbre, pero por ahora quienes usan un reloj Garmin y sincronizan sus entrenamientos con Strava no deberían notar cambios drásticos inmediatos. Todo sigue funcionando con normalidad, y la experiencia de entrenamiento diaria se mantiene intacta.

Sin embargo, es recomendable respaldar tus datos, ya sea exportando tus archivos en formato .GPX o guardando los registros de manera local. Esto asegura que, en caso de cualquier interrupción futura en la sincronización automática, no se pierda información valiosa sobre tus recorridos, tiempos o estadísticas.

Además, conviene mantenerse atento a las actualizaciones oficiales de Strava y Garmin, revisando las políticas de uso, compatibilidad de dispositivos y posibles cambios en las normas de la API que podrían afectar cómo se conectan las plataformas.

Por último, este puede ser un buen momento para evaluar qué tanto dependes de funciones específicas, como los segments o las rutas sugeridas por Strava. Algunos corredores podrían considerar explorar alternativas o aplicaciones complementarias, asegurándose de que sus entrenamientos no dependan exclusivamente de una sola plataforma.

¿Socios, rivales o algo intermedio?

La relación entre Strava y Garmin era un caso interesante de simbiosis: Strava crecía con millones de usuarios que usaban dispositivos conectados, Garmin ganaba valor al ofrecer integración con una comunidad activa. Pero cuando los intereses comerciales cambian, esas alianzas pueden fracturarse.

Para nosotros, los apasionados del running, esta demanda es más que un conflicto legal: es una advertencia sobre cuán dependientes podemos ser de plataformas integradas. Nos recuerda que detrás de cada app o wearable hay intereses corporativos que, a la larga, pueden chocar.

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